Ojalá no digas Ojalá - reseña crítica

El libro Ojalá no digas ojalá: el libro más bonito del mundo… al menos para mí empezó a ser escrito por Angela María Covas Riera en Cuba. Durante las tres semanas dedicadas a su familia en Cuba, donde aprovechaba las primeras vacaciones largas en tres años de mucho trabajo, sin acceso a internet y a las redes sociales.

Y es fruto de mucha dedicación y cariño. La escritora tenía una necesidad de hacer este libro y dejar importantes lecciones para todos nosotros.

Desde su formación en coaching en 2008, escribió en un papel lo que quería lograr en su paso por el mundo. Todos buscamos la vida perfecta y el éxito en el trabajo.

Y en los próximos 12 minutos aprenderás un poco de lo que la autora nos enseña para que lleguemos a nuestros objetivos.

La muerte

Si quieres comunicarte con tu futuro, hay que tener en cuenta que demos saber más sobre la muerte.

Siempre está a nuestro alrededor. Cuando vemos morir a nuestros familiares más viejos o a los animales de la casa tratamos con más naturalidad el hecho de que todo tiene un fin y las cosas pueden cambiar en muy poco tiempo.

Es necesario ser consciente de la muerte, principalmente con el paso del tiempo.

Aunque parezca una actitud tenebrosa, saber más sobre la muerte nos deja más conectados con la vida. Nada es para siempre y cuando pensamos en la muerte valoramos más nuestros días aquí.

Pensar en la muerte nos enseña tres lecciones:

1- Toda la vida puede cambiar en un instante;

2- Lamentamos el tiempo desperdiciado en cosas que no importan y elegimos ser felices;

3- Morir no nos da miedo, pero amamos más la vida y no queremos ir al otro lado.

Toda tu vida puede cambiar en un instante

Ninguno de nosotros piensa en los posibles cambios que pueden ocurrir en cualquier momento. Nos imaginamos rodeados de hijos y nietos, aprovechando la vejez con el paso del tiempo y descansando después de mucho trabajo.

Pensamos que todo va a seguir igual y la rutina siempre será así. Pero esto no es una realidad.

Creemos en un orden correcto de las cosas, pero un accidente o muchas otras cosas pueden hacer que todo cambie. Estar preparado psicológicamente para los posibles cambios no es fácil, es algo casi imposible de alcanzar.

Pero tener en cuenta esta posibilidad nos ayuda a que cuando nos caemos podamos levantarnos. Todo cambia.

¿Pero por qué necesitamos vivir un hecho traumático para ser conscientes de que hay un final?

La mayoría de nosotros no somos conscientes de todo lo que tenemos. Sólo cuando perdemos algo tomamos esta consciencia.

Las grandes enfermedades nos hacen pensar en todo lo que hicimos y en las personas a las que dejamos de hablar, por ejemplo.

La gran cuestión es: ¿necesitas pasar por algo malo o sólo con pensar que todo tiene un fin y que todo cambia, eres capaz de cambiar tus actitudes?

¿Qué nos aporta la certeza de la muerte?

Si sabemos que vamos a morir, no necesitamos los momentos límites para poner en práctica toda la sabiduría de la vida.

A veces creemos que somos inmortales, fuertes y omnipotentes. Dejamos todo para después y no nos damos cuenta del tiempo perdido, pero el tiempo es la única cosa que no somos capaces de recuperar.

Saber que vamos a morir es la herramienta más importante que podemos encontrar para tomar las mayores decisiones de la vida. Es la mayor prueba de que no hay tiempo que perder y nos da coraje para tener una vida más arriesgada.

Saber que el tiempo es limitado nos hace tomar decisiones más sabias, sin miedo o incertidumbres.

Palabras de quien hizo mucha historia: Steve Job.

“Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”.

Esta era otra frase importante de Steve Jobs, dicha en su discurso en Standford. Cuántas veces dejamos de decir "te quiero", no abrazamos a las personas, no las besamos o pedimos perdón.

En Cuba, la autora conoció a algunos de sus mejores amigos, pero sabe que su lugar verdadero es España.

Pero su viaje hasta la isla, además de darnos esta obra maravillosa, la hizo pensar más en la durabilidad de la vida.

Lo que de verdad importa

Muchas veces perdemos tiempo en discusiones sin ninguna utilidad. Las elucubraciones mentales sobre el pasado y el presente nos hacen perder un tiempo que no volverá.

Cómo dijo uno de los grandes escritores de la historia, Fiódor Dostoievski: "El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive".

Los días en que gastamos el sagrado tiempo con charlas inútiles deben quedarse en el pasado, la preocupación sólo vale cuando se centra en lo que de verdad importa.

El ego

Cuando dedicamos tiempo a cosas que no nos importan, herimos a nuestro ego.

La pobreza del ego es inversamente proporcional a nuestra felicidad. Si él es muy pobre, más vacía será nuestra vida.

Cuando el ego está herido, la pobreza lo priva de respirar. Siente la falta de aire y se le niega la existencia.

Las vidas vacías a nuestro alrededor corresponden a personas que tienen discusiones absurdas sobre su papel aquí.

Cuida a tu ego.

La vida más allá del ego

Si el ego empobrecido tiene una única perspectiva, el ego rico tiene muchas más. La vida más allá del ego pobre nos hace experimentar muchas cosas en la vida sin miedo a lo que va a ocurrir.

La vida más allá del ego empobrecido nos trae nuevas perspectivas sin importarnos con los códigos socialmente aceptados o no. Nos ayudamos a nosotros mismos a ver que hay muchas cosas que hacer.

Sólo tú mismo podrás enriquecer tu propio ego. Las personas en esta situación toman las mejores y más justas decisiones. No necesitas tener un gran cargo, dinero o poder para cuidar de tu ego.

Basta quererlo.

Las batallas que de verdad importan

Muchas veces no luchamos las batallas que de verdad importan. A menudo escogemos las batallas que no tienen mucha importancia en nuestras vidas y las otras se quedan pendientes.

Nos quedamos melancólicos y tristes por no darnos cuentas de que estamos luchando en batallas olvidables.

El perdón

Pedir perdón y perdonar son dos de las cinco cosas que las personas cerca de la muerte hacen.

Aunque la herida siga abierta, existiendo una barrera de resentimiento o dolor emocional, el perdón es muy importante para quitarnos un peso de encima.

El perdón llega cuando te das cuenta de que lo que pasó no es suficientemente importante para llenar de resentimiento el corazón. El perdón nos deja libres y no existirá nada más que nos impida ser nosotros mismos.

Si no perdonamos diferentes actitudes, la culpa puede ser un peso a más.

El perdón a uno mismo

A veces, perdonar a los otros es mucho más fácil que perdonarse a uno mismo. Quizás la culpa cristiana es uno de los principales obstáculos para los que no consiguen seguir adelante y están cargando todo el tiempo una culpa, año tras año.

Las personas revisan todo lo ocurrido durante mucho tiempo y piensan en las decisiones del pasado. Crean escenarios alternativos de qué podría haber ocurrido si hubieran hecho algo diferente.

Aunque sepamos la teoría, en la práctica todo es diferente.

Perdonarse a sí mismo es más difícil que hacerlo a los otros.

El apego

Si existe dificultad con el perdón, hay facilidad con el apego.

Muchas veces nos quedamos apegados a hechos del pasado que aparecen en nuestras mentes y no nos dejan en paz.

Los cambios en la vida son constantes y todo apego a las cosas que de facto no tienen importancia sólo nos deja peor.

El desapego es la mejor alternativa para seguir adelante, ya sea de cosas materiales o de malos momentos por los que todos pasamos.

Vivir sin miedo

Los mayores tesoros de la vida están en cuevas en las que tememos entrar. La frase se aplica con mucha perfección a casi todos los casos de personas que buscan un gran objetivo, pero temen conquistarlo.

Los miedos son de dos tipos: los que nos protegen de verdad, como el de cruzar una autopista en hora punta, por ejemplo; y los miedos que nos impiden salir de la zona de confort. Éste segundo miedo es el peor, pues no nos deja alcanzar el éxito deseado.

Vivir sin él es garantizar un paso adelante.

Tengo que VS Yo decido

La libertad de hacer lo que queramos es el mejor regalo de la vida.

Tenemos que luchar para conseguir todo lo que deseamos y hay muchas cosas que estamos obligados a hacer todos los días para conseguir nuestros objetivos.

Aprende a diferenciar estas dos cuestiones y a valorar más todo lo que decides hacer. La vida estará mejor así.

La zona de confort VS Los escalones de la vida

Las cosas no ocurren de la noche a la mañana. Hay varios escalones que subir. Mucha gente piensa que el éxito ocurre rápidamente, pero no es así.

Nos cuesta mucho aprender, actuar, conseguir los resultados día tras día. En todos los cursos de formación de coaching se dice que la paciencia es importante, pero esto no se pude confundir con estar parado en una zona de confort que no lleva a ninguna parte.

Ama lo que hagas

Aunque empiece a escribir por la madrugada, nuestra escritora no tiene pereza. Si continua por la mañana, no se queja, aunque tenga que estar delante del ordenador durante muchas horas.

Pues ama lo que hace. Y este debe ser nuestro principal objetivo de vida en nuestras vidas profesionales. Entender la vida profesional como parte importante de nuestras vidas.

Debemos olvidar el mundo dedicamos nuestro tiempo a mejorarlo con nuestro trabajo.

Ojalá me hubiera permitido ser más feliz

Ojalá vivas todos los días de tu vida, ojalá seas más feliz que hoy, ojalá no digas ojalá. Si no lo dices, es señal de que no hay mucho que cambiar, pues estás en el buen camino.

Mira dentro de ti y ve si eres feliz. Ten en cuenta que los cambios de hoy pueden darte más calidad de vida y felicidad que los tiempos pasados.

Éste es el deseo de esta obra.

Notas finales

La felicidad es el gran deseo de todas las personas. A veces, está caminando a nuestro alrededor y no nos damos cuenta.

En Ojalá no digas ojalá, podemos ver cómo pequeñas actitudes de todos los días nos ayudan a no decir ojalá a nuestros deseos de una vida mejor. La autora, Angela María Covas Riera, nos enseña la mejor manera de tratar temas como el perdón y el ego, por ejemplo. Sin lecciones de moral y con sencillez, para que todos podamos comprenderla, nos permite ver con ojos más claros que la felicidad está cerca de nosotros.

También es muy importante leer con atención las buenas lecciones sobre la muerte. Puede llegar en cualquier momento a las personas que queremos o a nosotros mismos. Por eso, vivir como si hoy fuera el último día de nuestras vidas nos permite tener una visión mayor sobre todo lo que nos rodea. Si pensamos todos los días en la posibilidad de la muerte, significa que la vida tendrá más valor para nosotros.

Esta es una obra que aparece como una luz para quienes piensan que la vida está muy oscura y no tiene una lámpara cerca para iluminarla. Pues todo depende de la manera como miramos la vida. Es necesario que abramos los ojos para ver la luz. Y tenemos que tomar esta actitud ahora, sin posponerla.

Punta del 12min

Ahora que aprendiste cómo mejorar tu vida, lee también el microbook Mejora tu vida: cambiando tus hábitos y complementa todo el aprendizaje para que tengas días más felices que los actuales.